La economía del comportamiento

Hoy en día, la publicidad no es el único campo que utiliza el poder de la emoción. La economía del comportamiento, los fundamentos de la teoría Nudge, sugiere que tomamos decisiones «irracionales» basadas en la emoción en lugar de una evaluación considerada. Para los politólogos, las victorias de Trump y el Brexit en 2016 se convirtieron en la evidencia fundamental de que vivimos en una ‘era posterior a la verdad’, en la que los políticos ganan moviendo a los votantes en lugar de razonar con ellos.

En una era centrada en el consumidor y la comprensión humana, la emoción será cada vez más importante para el pensamiento publicitario. El riesgo es que los anunciantes estén más ansiosos por capitalizarlo que por entenderlo.

Solo probando la ciencia de la emoción podemos aprender a evocarla; un proceso menos extremo que hacer reír al público y más extenso que mostrar a un personaje riéndose. En base a ello, examinar las emociones nos ayuda a comprender una verdad fundamental: es la combinación de evocar emociones y una marca efectiva lo que conduce a una publicidad exitosa.

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